A lo largo de los años, Options ha sido testigo y ha experimentado lo que significa ser provida en sus muy variadas expresiones. Ayer fue un día que nunca olvidaremos por mostrarnos el significado más profundo de ser provida. Fuimos invitados a una celebración por la familia Brownell, que adoptó a dos hermanos, una niña y un niño, ambos de corta edad, en circunstancias desgarradoras. El acontecimiento fue alegre y fue difícil no derramar alguna lágrima ante tanto amor y tanta ternura.

Addie Brownell es voluntaria de Options desde hace mucho tiempo. Durante muchos años, Addie preparó nuestras cestas de canastilla a pesar de su apretada agenda como madre trabajadora con cuatro hijos. ¿Te lo puedes creer? Addie es madre de seis hijos. Addie y su marido Stephen invitaron a nuestro personal de Opciones a compartir su celebración de alegría el día en que se hizo oficial la adopción. En lugar de regalos, pidieron artículos para bebés y/o donativos a beneficio del Ministerio de Opciones.

Como ya he dicho, hay muchas formas de ser provida. Todos ellos son valorados y utilizables por Dios. Addie, Stephen y su familia nos han mostrado una de las formas más profundas de ser provida al acoger en su familia, con los brazos y el corazón abiertos, a dos niños cuyos padres biológicos no podían cuidar. Por amor, los Brownell respondieron a una necesidad que se puso en su camino y nunca miraron atrás.

No todo el mundo está llamado a la adopción, pero en el espíritu de responder con amor, los Brownell son un gran ejemplo. Se necesita mucho amor, fe y valor para responder a las necesidades y desafíos que Dios nos presenta en nuestras propias vidas. Rezamos para que el personal, los voluntarios y los simpatizantes de Options puedan proteger y honrar durante muchos años las preciosas vidas de las mujeres, los bebés y las familias a quienes estamos llamados a servir. Nos unimos a vosotros en la oración colectiva por más adopciones y menos abortos. Estamos agradecidos por personas como Addie y Stephen que nos inspiran a ser provida de maneras cada vez más profundas, sin embargo, Dios nos llama con gran amor, perseverancia y buena voluntad.

Hagamos todos nuestra parte, por pequeña o grande que sea, para preservar y defender la vida, y agradezcamos cada aliento que tomamos cada minuto de cada día.

Os dejo con una cita que Addie compartió con nosotros sobre su viaje de adopción:

“Un niño nacido de otra mujer me llama mamá. La magnitud de esa tragedia y la profundidad de ese privilegio no se me escapan”.

Bendiciones a todos los Brownells y ¡Felicidades! ¡Harper y Benjamin son unos niños muy afortunados!

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